El Hospital de los Venerables Sacerdotes fue fundado por Justino de Neve en 1.675. El edifico consta de dos plantas y está integrado por el templo y lo que fuera residencia. Perdió esa función hace sólo unos treinta años. Desde 1.991 los Venerables, como popularmente se conoce, es sede de la Fundación FOCUS (Fondo de Cultura de Sevilla).
El edificio es uno de los más importantes del barroco sevillano, siendo obra de Leonardo de Figueroa. Es muy original su patio, con galerías de arcadas a un nivel más alto. A la fuente central se desciende por grandes circulares decoradas con azulejos. Es muy interesante la escalera cubierta por una bóveda elíptica decorada con yeserías barrocas. La Iglesia, de una sola nave, está cubierta por bóveda de medio cañón con lunetas y arcos fajones.
Las pinturas al fresco de la bóveda del presbiterio son obra de Valdés Leal y representan la invención de la Santa Cruz; así como las del techo de la Sacristía que crean en un pequeño espacio una grandiosa perspectiva ilusionista. Las de la nave son de su hijo Lucas Valdés y figuran el triunfo del Pontificado, simulando tapices.
En el retablo mayor destaca la Apoteosis de San Fernando, obra de Lucas Valdés, y a ambos lados San Clemente y San Isidoro, obras de Virgilio Maltoni. Los relieves de San Juan Bautista y San Juan Evangelista son obras de la primera mitad del siglo XVII atribuibles a Martínez Montañés.
Al lado derecho del Presbiterio se encuentra la pintura de San Fernando entregando la mezquita al Arzobispo y al izquierdo San Fernando ante la Virgen de la Antigua, obra conjunta de Valdés Leal y su hijo.
Entre las obras de arte que se conservan en la nave del templo destacan el lienzo central del retablo de San Jerónimo, que aunque erróneamente atribuido a Herrera el Viejo es obra de buena calidad de mediados del XVII. Las esculturas de San Fernando y San Pedro son obras de Pedro Roldán, y la escultura de San Esteban, situada en el retablo de la concepción; obra anónima del siglo XVII atribuida a Martínez Montañés. Para los Venerables pintó Murillo la más famosa de sus Inmaculadas; hoy en el museo del Prado
El edificio es uno de los más importantes del barroco sevillano, siendo obra de Leonardo de Figueroa. Es muy original su patio, con galerías de arcadas a un nivel más alto. A la fuente central se desciende por grandes circulares decoradas con azulejos. Es muy interesante la escalera cubierta por una bóveda elíptica decorada con yeserías barrocas. La Iglesia, de una sola nave, está cubierta por bóveda de medio cañón con lunetas y arcos fajones.
Las pinturas al fresco de la bóveda del presbiterio son obra de Valdés Leal y representan la invención de la Santa Cruz; así como las del techo de la Sacristía que crean en un pequeño espacio una grandiosa perspectiva ilusionista. Las de la nave son de su hijo Lucas Valdés y figuran el triunfo del Pontificado, simulando tapices.
En el retablo mayor destaca la Apoteosis de San Fernando, obra de Lucas Valdés, y a ambos lados San Clemente y San Isidoro, obras de Virgilio Maltoni. Los relieves de San Juan Bautista y San Juan Evangelista son obras de la primera mitad del siglo XVII atribuibles a Martínez Montañés.
Al lado derecho del Presbiterio se encuentra la pintura de San Fernando entregando la mezquita al Arzobispo y al izquierdo San Fernando ante la Virgen de la Antigua, obra conjunta de Valdés Leal y su hijo.
Entre las obras de arte que se conservan en la nave del templo destacan el lienzo central del retablo de San Jerónimo, que aunque erróneamente atribuido a Herrera el Viejo es obra de buena calidad de mediados del XVII. Las esculturas de San Fernando y San Pedro son obras de Pedro Roldán, y la escultura de San Esteban, situada en el retablo de la concepción; obra anónima del siglo XVII atribuida a Martínez Montañés. Para los Venerables pintó Murillo la más famosa de sus Inmaculadas; hoy en el museo del Prado
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